Puta Madre, me caga el reggueton

Puta Madre como me caga el Reguetton.

Actualmente es difícil encontrar a una persona que se califique y califiquen como melómano, o un auténtico fanático de la música, es decir alguien polifacético que sea amante de todos y cada uno de la diferente gama de genero que puede ofrecer el mercado actual de la música a nivel universal.
Quiero suponer que un adulto en nuestros días (entre 23 y 30 años) ya ha pasado por las diferentes etapas en las cuales desde chamaco experimento diversos tipos de movimientos sociales, culturales y por ende la música que es llevada de la mano hasta que finalmente se estaciona en algo que fuera de la influencia de los demás (amigos, novias o novios, padres) le llama propiamente la atención.
Volviendo al tema, el hecho de ser músico y “full time headbanger” me ha hecho apreciar todos y cada uno de los diferentes ritmos y matices que ofrece la música actual, puedo decir que no existe un género musical el cual desprecie o simplemente no me de la gana escuchar, es sabido por muchos que lo que a mi me mueve el tapete es el “Merol” pero en general me agradan todos y cada uno de los géneros que la música puede ofrecer. “Salsa, Norteñas, Cumbia, Ballenato (los géneros latinos tienen una particular dificultad en su estructura), Trova, Bolero, Baladas Lite, Pop, Reggue, African, Disco, Jazz, Psicodelico, Blues, Hip-Hop, R n´B, Rock, Rock N´Roll, Progresivo, Retro, Funk, Punk, Acid Jazz, Trip Hop, Experimental, Alternativo, Grunge, Metal, Heavy, Hard Rock, Thrash, Death, Black, Melodic Death, Clasica, y podría seguir y seguir, pero si hay algo que no soporto, me duele a cabeza y considero un ataque brutal a mis oidos es el Famoso Reggueton.
Entrando en discusión con una vieja amiga me decia: “Es que nunca has bailado reggueton, y no has experimentado la sensualidad del baile, el cachondeo”, a lo que le respondo, pues si ha de estar muy cabrón se ve que casi se cogen en la pista, pero el simple hecho de ser músico, te hace pensar diferente a lo que podría ser, la apreciación o la primera impresión de una persona que no lo es, y es que a pesar de lo “sexoso” que pueda ser el baile, el primer conducto de entrada que podría ser el primer compás de la canción me hace vomitar de la aberración y el brutal ataque al que están siendo sometidos mis oidos, no miento al decir que siempre es agradable ver a un par de féminas moviendo las nalgas al compás de “Pobre diabla, te esta cargando la chingada bla bla bla.” Al ritmo de una caja de ritmos que lejos de asemejar un batería parece un taladro incesante en los tímpanos es agradable los primeros 2 minutos en los cuales aun no comienza a irritar el sonido de una voz chillante y el martilleo de la caja de ritmos.
Tal vez estoy viejo y no comprendo esta aberración musical la cual se siguen empeñando al compararla con una nueva corriente de hip – hop, pero creo que el mismo efecto erótico musical, sexoso lo lograba Santana con su increíble fusión de rock-latin-blues en los años 70’s y es mas agradable bailar con una fémina al compás de “oye como va”, que la mugrosa “gasolina”, en cuanto escuchas el primer compás repetirse y las percusiones de tito puente, al ritmo de blues de la PRS de Carlos Santana, el sexo sale volando por las bocinas, es tal la excitación sensorial auditiva, táctil que ahhhhhhhh. Para que le sigo ustedes saben a que me refiero.